Cuando mi primo me llamó para decirme que no podía quedarse con su cachorro porque tenía que viajar, sentí una mezcla de emociones. Yo estaba hasta el cuello con mis estudios 📖 y lo último que quería era más responsabilidades. Pero, ¿cómo decirle que no a un pequeño salchicha con esos ojitos? 🥺
Al principio, fue difícil. Entre las clases, las tareas y los paseos 🐾, pensé que esto era demasiado. Pero un día, mientras estudiaba, lo vi sentado a mi lado, mirándome con una ternura que no podía ignorar. Desde ese momento, algo cambió en mí.
Ahora, mi perro no solo es mi compañero de estudio 🖊️, sino también mi mejor amigo. Siempre está a mi lado, ya sea para acurrucarse conmigo en la cama 🛌 o para jugar cuando necesito un descanso. Su cariño y lealtad transformaron mi vida, y hoy no puedo imaginar mis días sin él. ¡Es lo mejor que me pasó! 💕🐕